Ir al dentista en medio de una pandemia global

Los trabajadores de las clínicas dentales en Torremolinos pueden ser los profesionales con más riesgo para el contagio de la Covid-19. Durante nuestra visita a un dentista, es prácticamente imposible mantener distancias mínimas de seguridad y, en muchos casos, los tratamientos generan aerosoles que pueden resultar peligrosos en caso de que el paciente esté contagiado con el virus.

Este es el motivo por el que las clínicas odontológicas están extremando las precauciones en estos momentos, para que la vuelta de los pacientes a las consultas dentro de la nueva normalidad, sea lo más segura posible dentro de las circunstancias, tanto para ellos como para los profesionales.

Antes de que un paciente salga de casa para acudir al dentista, desde clínicas dentales como la nuestra en Torremolinos, ya estamos preparando para su llegada. Las agendas se han visto modificadas y las citas con nuestros pacientes se han espaciado todo lo posible en el tiempo para evitar aglomeraciones. Por otro lado, los pacientes deben seguir una serie de recomendaciones básicas previas como acudir solo, respetar la hora de la cita, no portar abalorios, etc, etc. Todo esto está debidamente explicado en nuestro protocolo de actuación frente al COVID-19.

Cuando el paciente entra a la clínica, debe dirigirse a la sala de espera, sin deambular por la misma. Nuestro personal, debidamente protegido con mascarilla y guantes, toma la temperatura al paciente. Después, debe desinfectarse las manos con solución de hidroalcohol y seguir un protocolo de seguridad e higiene que explicamos detalladamente, como pulverizarse los zapatos, utilizar cubre-zapatos, etc.

Todas las salas de espera han reducido su aforo y cuentan con indicaciones para que los pacientes respeten la distancia social si fuera el caso. Además, los espacios y el mobiliario se desinfectan periódicamente para tranquilidad de nuestros pacientes.  Dentro de la sala, el paciente no podrá entretenerse leyendo una revista, como muchos hacían hace escasas semanas, ya que se han retirado todos los elementos de papel de los espacios comunes de la clínica y tampoco deberá deambular por la sala. El baño, lamentablemente, también se encuentra cerrado por medidas elementales de seguridad.

Dentro del área clínica de Fojo y Pierini, el equipo se desinfecta y se protegen sillones, lámparas, botoneras, etc. y espera al paciente que entra con las manos lavadas con jabón e hidrogel y haberse colocado el equipo de protección entregado en la entrada. Por último, una vez en el sillón, se coloca sobre el paciente un babero impermeable. Pero aún falta algo… antes de empezar, el paciente debe enjuagarse con una solución antiséptica durante un minuto.

Finalizado el tratamiento es muy importante que no bajemos la guardia. El paciente se debe lavar las manos de nuevo antes de abandonar el área clínica y, en cuanto sale, se quita el equipo de protección, que deben depositarse en un contenedor especialmente preparado para ello. En este momento el paciente puede marcharse, pero dentro del área clínica nos queda aún mucho trabajo por hacer: retirar plásticos protectores, desinfectar el espacio totalmente y limpiar minuciosamente la sala para evitar riesgos antes de volver a empezar desde el principio para recibir a otro paciente.

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